En parte un homenaje a la silla Rietveld, Attolini diseñó esta silla para su propia casa, siguiendo los mismos parámetros que impuso con su butaque al usar materiales simples y locales, es decir, pino y vaqueta. Aunque tanto amigos como clientes le pidieron rehacer su silla, nunca cambió las proporciones, pero si hacía cambios a las costuras decorativas, siempre en forma geométrica, que van sobre el respaldo y el asiento. La silla también tiene un elemento DIY en su armado, hecha de piezas rectas fáciles de encontrar y cortar.
MEDIDAS:
77 × 80 × 75 cm
30.3 × 31.4 × 29.5 in
MATERIALES:
Oyamel y piel café.