Armando Franco adaptó el concepto modular que había desarrollado en sus proyectos arquitectónicos para su mobiliario, diseñando piezas cuyas partes habían sido hechas a mano o torneadas primero, para que luego fueran construidas en una cadena de producción, también a mano, una solución elegante en su momento, aunque pueda parecer muy compleja para los estándares de hoy.

La base y estructura de esta mesa de cedro están compuestas por siete piezas sólidas, hechas a mano y que forman una “H”, la cual conecta a la cubierta en cuatro puntos y se mantiene en su lugar por cuñas de peso visibles. La cubierta en si está hecha de seis o más tablas de cedro puestas una al lado de la otra, de tamaños fijos o variados, y que corren a lo largo de la mesa. Aunque Franco diseñó esta mesa en 1955, la vio tomar vida por primera vez en 2019, después de que la pudiéramos desarrollar, en colaboración con el arquitecto, como una de las primeras piezas que se produjeron en Clásicos Mexicanos.